Santander
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Como viajeros empedernidos que somos, nunca desaprovechamos la oportunidad de conocer rincones nuevos de nuestro país, conscientes de la suerte que tenemos de vivir tan cerca de sitios tan maravillosos como los que tenemos en España. De norte a sur y de este a oeste, islas incluídas, España está llena de contrastes, buena gastronomía, naturaleza, historia y cultura. Sé que es nuestro país y eso juega a su favor, pero pienso que si fuera de cualquier otro lugar seguiría pensando que España es una verdadera joya.

Este fin de semana tocaba Cantabria. Junto con La Rioja y Murcia, una de las últimas Comunidades Autónomas que me quedaban por conocer. Espero completar pronto todas.

Como no teníamos mucho tiempo, nos decidimos por Santander y Cabárceno. No descarto regresar algún día para conocer otras zonas, nos llama especialmente la atención Altamira, aunque lo complicado será elegir entre tantas opciones.

El Parque Natural de Cabárceno, en el que D. ya había estado, es una antigua explotación minera reacondicionada para albergar animales en condiciones de semi libertad. Podéis leer un artículo mucho más completo sobre nuestra visita y ver nuestras fotos en este enlace.

Qué ver en Santander

  • Palacio de la Magdalena: Uno de los sitios claves de la ciudad. Fue construido entre 1909 y 1911, por suscripción popular, para albergar a la familia real española. Como curiosidad, fue financiado por lo que hoy conocemos como crowfunding. Vamos, que las familias ricas del norte aportaron pequeñas sumas de dinero hasta juntar las 700 mil pesetas que costó. Lo mejor son las vistas que tiene de la bahía y el mini zoo que hay bajando hacia la playa. Allí podréis ver focas, leones marinos y pingüinos de manera gratuita. Realmente un sitio muy especial.

  • Playa del Sardinero: la playa más famosa de la ciudad. Nos llamó especialmente que hubiera varios partidos de fútbol jugándose en la arena. Con sus porterías, su equipación y todo.
  • Edificio del Banco Santander: situado en el Paseo de Pereda. El edificio fue construido entre 1919 y 1923. Como curiosidad, la construcción debía respetar la calle que lo atraviesa, por eso tiene su característico arco en la fachada.
  • Catedral de Santander. Os recomendamos mirar los horarios de misa ya que durante la misma no se permite el acceso. Nosotros nos quedamos sin ver su interior por ello.
  • Monumento a los Raqueros: Tiene una historia muy curiosa. Los raqueros eran los niños pobres que a finales del siglo XIX frecuentaban la zona del muelle de Santander. Estos niños se ganaban la vida tirándose al agua para recoger las monedas u objetos de valor que los marineros o viandantes arrojaban al agua para divertirse.


  • Jardines de Pereda: una zona perfecta para pasear y para ver, de paso, el Centro Botín. Consejo: los aseos de este centro son gratuitos, aprovechad.

Dónde aparcar

Es conveniente saber que el aparcamiento en el centro de Santander, como el de muchas ciudades españolas, es de pago. Sin embargo, existen alternativas gratuitas no muy alejadas del mismo. Nosotros tuvimos mucha suerte y aparcamos directamente en la Avenida de la Reina Victoria, calle paralela al Paseo Marítimo y con una ubicación perfecta para recorrer la ciudad.

Otras zonas recomendadas son el parking de la Playa del Camello y la zona del Instituto Español de Oceanografía, en la avenida de Severiano Ballesteros.

Dónde comer

No tuvimos mucho tiempo de explorar, pero acabamos por casualidad en Bodegas Manzón y quedamos más que encantados con la experiencia. Barato y de calidad. Creo que la cuenta no llegó a 20 euros. Recomendable sobre todo el arroz con leche y el croquetón.

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