Cuando uno piensa en Noruega, lo primero que vienen a la mente son fiordos infinitos, cascadas que parecen caer del cielo y carreteras que serpentean entre montañas. A priori, puede sonar complicado hacerlo con un bebé, pero la realidad es que Noruega es uno de los países más cómodos y seguros para viajar en familia.
Infraestructura impecable, alojamientos adaptados, áreas de descanso preparadas y un ambiente tranquilo hacen que una ruta en Noruega con un bebé sea más sencilla de lo que imaginas. En esta guía te contamos cómo organizamos nuestro viaje de una semana, qué ver en Bergen y los fiordos, y consejos prácticos para disfrutar con una bebé de 5 meses.
Cómo organizar un viaje a Noruega con un bebé
Vuelos a Noruega
La opción más cómoda para una ruta corta es volar directamente a Bergen (BGO), la puerta de entrada a los fiordos. Nosotros desde Madrid no encontramos vuelos directos para septiembre, así que cogimos una escala corta en Amsterdam porque era la mejor opción.
Casi todas las aerolíneas permiten llevar carrito plegable gratuito en bodega y una bolsa de pañales como equipaje de mano extra. En nuestro caso, volando con KLM, la niña tiene permitido llevar un equipaje de mano de 55x25x35cm y nosotros dos maletas de ese mismo tamaño y dos bolsos de mano. Además, obviamente, del equipaje facturado que quieras pagar.
Otra opción es viajar a Oslo y, desde allí, coger un avión o un tren a Bergen. Nosotros lo descartamos porque nos subía mucho el precio y sumaba horas de viaje, pero puede ser una gran opción si quieres aprovechar para conocer Oslo.
Desplazamientos internos
Aunque hay bastantes opciones de transporte público, en nuestra opinión la mejor forma de moverse en Noruega con un bebé es en coche de alquiler, ya que te da mayor autonomía y flexibilidad. Nosotros alquilamos el nuestro con Discover Cars porque nos ofrecía las mejores tarifas, y la verdad es que creemos que fue una decisión estupenda. El proceso de reserva fue muy sencillo y no tuvimos tampoco ningún problema con la recogida ni con la entrega. Eso sí, tendréis que planificar una ruta circular porque no encontramos ninguna opción a precio razonable que permitiera alquilar en una ciudad y devolver en otra.
Como curiosidad, veréis que hay mucha oferta de vehículos eléctricos… y esto es porque Noruega es un país que apuesta fuerte por el medioambiente. Nosotros nos lanzamos a la aventura de descubrir el país en este tipo de vehículo, te lo contamos detalladamente en este artículo.
Noruega es un destino ideal para conducir ya que cuenta con carreteras seguras y bien mantenidas, multitud de baños públicos, áreas de descanso con mesas y bancos bien mantenidas, buenas infraestructuras y las compañías de alquiler suelen proporcionar sillas a contramarcha sin problemas. Lo que no es tan fácil es encontrar un baño con cambiador, pero si tienes habilidad podrás cambiar a tu bebé sobre tus propias piernas o en la bandeja trasera del coche.
También hay ferris que cruzan los fiordos y que resultan cómodos para familias: cuentan con cubiertas interiores, cafetería y espacio para moverse con carrito. Se paga por vehículo, normalmente unos 5-6€ al cambio para automóviles.
Alojamiento en Noruega con niños pequeños
Noruega está muy preparada para el turismo familiar, así que no te costará encontrar alojamientos con cuna disponible bajo petición. Eso sí, no siempre son gratuitas, en ocasiones requieren un pago de 100 NOK. Nosotros encontramos esta opción prácticamente en todos los alojamientos de la ruta, sobre todo en los campings es bastante habitual.
En las zonas más rurales encontrarás menor oferta, sobre todo a buen precio, así que te recomendamos planificar y reservar con antelación. Nosotros cogimos la mayoría de nuestros alojamientos a través de Booking y las noches en las que teníamos previsto extender nuestra estancia varios días, con Home Exchange.
Algo que valoramos, y que nos parece una idea maravillosa, es hacer toda la ruta en camper… pero los precios eran una absoluta locura y se disparaban en todos los aspectos: gasolina, ferries, peajes. Así que decidimos coger mejor un vehículo utilitario.
Itinerario de la ruta en Noruega con un bebé
Esta fue nuestra ruta por Noruega. Una ruta de unos 1500 km aproximadamente, que incluye fiordos, glaciares, rutas de senderismo, paseos en crucero y muchas paradas fotográficas. Cambiamos cada noche de ubicación salvo en Stavanger, donde estuvimos 3 días gracias a Homexchange. En total 13 días de viaje, incluyendo los vuelos.
Consejos prácticos para viajar a Noruega con un bebé
Nosotros decidimos dejarnos el carrito en casa y viajar sólo con el porteo, ya que nos resulta muchísimo más cómodo. En nuestro caso, utilizamos la mochila de Ergobaby con la funda de invierno y lluvia, que nos parece un inventazo y es de lo más práctico.
En los supermercados se encuentran pañales con facilidad y, de hecho, a bastante buen precio porque al parecer están considerados como objetos de primera necesidad. También encontrarás leche de fórmula, aunque no de marcas españolas, y potitos, toallitas, baberos y cualquier cosa que puedas necesitar.
Te recomendamos llevar la Tarjeta Sanitaria Europea pero, ojo, esto no te da de por sí asistencia sanitaria gratuita si no derecho a la asistencia en las mismas condiciones que los ciudadanos de dicho país. En Noruega los menores de 16 años tienen asistencia médica gratuita, pero los adultos tienen copago hasta un límite anual de gasto. Así que no es mala idea contar con un seguro de viaje adicional, aquí te dejamos nuestra comparativa para que elijas el que mejor se adapte a ti.
Conclusión
Noruega es un destino ideal para ir con un bebé o con niños pequeños. Limpio, seguro, fácil y pensado para disfrutar en familia con los más pequeños. Eso sí, es un destino caro, pero se puede economizar planificando con antelación los alojamientos, reservando un coche de alquiler de manera anticipada y alojándose en apartamentos o campings con cocina, para poder realizar compra en los supermercados.
Como consejo adicional, nuestra idea inicial era viajar a finales de agosto. Nos dimos cuenta de que, posponiendo el viaje una semana, los precios del alquiler de coche eran tres veces inferiores y lo mismo sucedía con vuelos y alojamientos. Así que, si estás planificando tu viaje, te recomendamos valorar fechas un pelín más alejadas de la temporada alta, como junio o septiembre. El tiempo es similar y los precios son significativamente inferiores.