Una de las zonas más conocidas y espectaculares de Galicia, famosas por sus playas, su gastronomía, especialmente el marisco y el vino Albariño, y su riqueza cultural e histórica. Las rías son cuatro: la de Vigo, la de Pontevedra, la de Aorusa y la de Muros y Noia. Nosotros estuvimos apenas unos días en la zona y solo tuvimos tiempo de recorrer parte de las rías de Vigo y Pontevedra, pero ya visitaremos el resto en otro viaje.
Os contamos qué visitamos y, avisamos, posiblemente no encuentres en este listado los lugares más típicos y turísticos de las rías, como las islas Cíes, ya que fuimos en agosto y queríamos evitar en la medida de lo posible la masificación y las multitudes. Ya iremos en otro momento del año, cuando podamos disfrutarlas como para nuestro gusto merecen.
Granxa da As Salinas
Este lugar de cuento nos fascinó. Junto a unas antiguas salinas en desuso, se encuentra esta granja abandonada, de la que hoy solo quedan algunos restos consumidos por la vegetación. Para llegar, se puede dejar el coche en el aparcamiento (al que se accede por una pista de tierra en buen estado) y caminar durante unos 15 minutos por una pista forestal bastante sencillita.
Bosque de Aldán
Este bonito bosque atlántico bien merece una visita. Es una ruta sencillita y sin grandes desniveles, en el que se puede estar tanto tiempo como se desee. Recomendamos ir al atardecer por la luz, sobre todo si se va a hacer fotografía, aunque realmente cualquier momento es bueno para perderse por este bosque de cuento de hadas. Muy recomendable llegar hasta el Castillo de O Frendoal, que aunque pueda parecer de épocas más lejanas, en realidad es una construcción de los años 60.
Redondela
O sus proximidades más bien, ya que aquí se encuentra el que llaman el banco más bonito de Galicia. ¿La razón? Ofrece una maravillosa panorámica de la ría de Vigo. Para acceder hay que hacer una caminata de unos 2 kilómetros y en cuesta, en un terreno bastante irregular, por lo que recomendamos un calzado cómodo. Sobre todo porque el banco está en unas rocas y sentarse en él no es tan sencillo.
Castelo de Soutomaior
Inicialmente una fortaleza militar, allá por el siglo XII. Se encuentra rodeado de unos preciosos jardines y, además, cuenta con unas vistas impresionantes de la zona.
Su horario varía según la época del año y la entrada cuesta 5€, aunque no es necesario adquirirla para ver los jardines.
- En verano. Desde mayo a septiembre. Los jardines abren todos los días, de 10 a 21 horas. El Castelo de lunes a viernes de 10 a 20 horas; los sábados, domingos y festivos, de 10 a 14.30 y de 16.30 a 20 horas.
- El resto del año. Desde octubre hasta abril. Los jardines abren de 10 a 19 horas, todos los días excepto los lunes. El Castelo cierra también ese día, y está abierto de martes a viernes de 10 a 19 horas; los sábados, domingos y festivos, de 10 a 18 horas.
Combarro
Este pueblecito marinero es famoso por ser considerado uno de los pueblos más bonitos de Galicia. La estampa típica es la de sus hórreos de piedra frente al mar. El problema de esto es que muere un poco de éxito, y al menos durante nuestra visita estaba totalmente masificada. Pudimos aparcar en el parking de puerto de milagro, que por cierto es totalmente gratuito. Recomendaríamos ir a última hora de la tarde, ya que cuando fuimos a recoger el coche sobre las 8 de la tarde, pudimos comprobar que el parking se había vaciado bastante y había bastante menos gente. Con una hora es más que suficiente para dar un paseo y ver el pueblo, ya que es muy pequeño.
Cabo Home
Aunque nos costó un poco aparcar, conseguimos disfrutar de las vistas desde este emblemático lugar de la costa gallega. Para llegar al faro hay un camino de tierra por el que, en teoría, se puede ir en coche… pero a nosotros nos pareció que el camino estaba repleto de baches y finalmente no fuimos hasta el final del sendero. Desde aquí se pueden ver las islas Cíes.
Pontevedra
Nos encantó esta ciudad, que nos parece imprescindible incluir en cualquier ruta por las Rías Baixas. Lo ideal es perderse por su centro histórico y recorrerlo sin prisas, pasando por las ruinas de Santo Domingo o la plaza de la Peregrina. Saliendo un poco del centro, otro punto a visitar es el Ponte do Burgo. Nosotros tuvimos, eso sí, mala suerte con el tiempo y nos estuvo lloviendo durante toda la visita, así que no pudimos hacer fotos con la cámara. Con todo, nos gustó mucho lo que vimos y en algún momento regresaremos a esta ciudad para, con suerte, verla sin lluvia. Nos hubiera encantado hacer algún free tour, porque la ciudad bien merece conocerla.
Pazo de Lourizán
Muy cerquita de Pontevedra está este lugar, que es una verdadera joya y, además, el acceso es gratuito. Se trata de una finca del siglo XV con unos preciosos jardines que merece mucho la pena visitar, aunque actualmente no se pueda acceder al interior del edificio. No os dejéis el invernadero de cristal que hay en la parte trasera, una preciosidad.
Como dato curioso, en la finca se construyó una casa torre fortificada, donde Luis de Góngora pasó una temporada en 1609 y escribió parte de su libro Soledades.
Vigo
A nosotros Vigo la verdad es que no nos gustó especialmente, aunque nos parece una opción excelente para alojarse porque la ubicación es bastante estratégica para recorrer los distintos puntos de interés de las rías baixas. Además, como gran ciudad que es, tiene de todo. Eso sí, aparcar es algo complicado.
Comer en las Rías Baixas sin gluten
Por nuestra intolerancia genética el gluten y recomendación médica de cara al embarazo, ahora siempre que viajamos buscamos opciones sin gluten. Aunque en Galicia es relativamente fácil comer sin gluten porque, a fin de cuentas, el marisco raramente tiene (salvo salsas o rebozados), no en todos los sitios tienen el mismo cuidado con la contaminación cruzada. Así que os dejamos los dos lugares que más nos convencieron en ese sentido.
Bico de Xeado
Aunque ya lo conocíamos porque en Madrid tenemos la suerte de tenerlos, en Galicia hay bastantes heladerías de esta cadena que nos encanta. Sus helados están deliciosos, los elaboran artesanalmente con leche de sus propias vacas gallegas y todos son libres de gluten. Además, si avisas de que eres celiaco, te los preparan con una serie de medidas destinadas a evitar la contaminación cruzada. Un sueño de lugar, esperamos que se expandan por toda España.
Casa Fidel O Pulpeiro
Uno de los lugares más emblemáticos de Pontevedra y donde dicen que preparan el mejor pulpo de Galicia. No podemos verificarlo porque la verdad es que no nos pedimos pulpo, pero sí que podemos decir que todo lo que pedimos estaba increíble. Las raciones son generosas y el precio muy razonable para la calidad que ofrecen, además el personal es encantador. Tienen acuerdo con FACE y, además de pan sin gluten, prestan atención a la contaminación cruzada.