Visitar el país vecino siempre apetece, porque Francia tiene mucho qué ver y descubrir. En nuestro último viaje a tierras galas estuvimos en la zona atlántica de Francia y esta vez tocaba una nueva región Occitania. Concretamente las ciudades de Nimes y Avignon, en una ruta de 5 días en tren desde Madrid.
Qué ver en Nimes
Las Arenas de Nimes
El impresionante anfiteatro romano de Nimes, con sus 133 metros de largo y 101 de ancho, no es el más grande del mundo pero sí el mejor conservado. Y es que es espectacular el grado de conservación que tiene.
Construido en el siglo I d.C., durante el reinado del emperador Augusto, este coliseo fue utilizado para albergar diversos eventos, como combates de gladiadores, carreras de carros y espectáculos públicos. Con una capacidad para alrededor de 20,000 espectadores, Les Arènes es uno de los mejor conservados de su tipo en el mundo. A lo largo de los siglos, ha sido testigo de diversos eventos históricos y ha sido adaptado para diferentes usos, desde fortaleza medieval hasta espacio para conciertos y eventos culturales en la actualidad.
La entrada cuesta 10€ y se puede combinar con Maison Carrée y la Torre Magna por 13€. Puedes comprar las entradas y consultar los horarios en su página web.
Maison Carrée
Construido a principios del siglo I d.C., este templo es uno de los mejor conservados de su tipo en todo el mundo romano. Su nombre, que significa «casa cuadrada» en francés, proviene de su diseño arquitectónico, que presenta una planta rectangular con una fachada de columnas corintias. Originalmente dedicado al culto imperial, la Maison Carrée ha sido objeto de admiración y estudio a lo largo de los siglos debido a su elegante arquitectura y su importancia histórica.
Se puede acceder por 6€, pero sinceramente no creemos que merezca la pena porque en su interior únicamente hay una pequeña exposición sobre el edificio.
Jardines de la Fontaine
Nos parecieron simplemente espectaculares estos jardines, de una belleza deslumbrante. Además la primavera les sienta estupendamente. Se crearon durante el XVIII y durante las obras se encontraron algunos restos romanos en su interior, como el templo de Diana y la Torre Magna. Estos jardines, se extienden alrededor de la fuente romana más antigua de la ciudad, conocida como la Fontaine de Nîmes. Diseñados en estilo francés, los Jardines de la Fontaine ofrecen a los visitantes extensos paseos arbolados, hermosos parterres, fuentes ornamentales y estatuas clásicas.
Templo de Diana
Este antiguo templo romano, medio en ruinas, es un misterio en sí mismo ya que a día de hoy no se sabe a ciencia cierta con qué propósito fue construído. Se dice que pudo ser una biblioteca. Lo que sí se sabe es que durante la edad media se utilizó como iglesia y que fue destruido prácticamente en el siglo XVI, durante las guerras de la religión de Francia.
Torre Magna
Construida durante el siglo I a.C., esta torre formaba parte de las murallas defensivas de la ciudad romana de Nemausus, que más tarde se convertiría en Nimes. Originalmente, la torre formaba parte de un sistema de fortificaciones que rodeaba la ciudad y servía como punto de vigilancia y defensa. La Torre Magna es la única torre que ha sobrevivido de este antiguo sistema defensivo y se ha convertido en un símbolo emblemático de la historia de Nimes. Con una altura de más de 32 metros, la torre ofrece impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y los alrededores desde su plataforma de observación en la parte superior. Se puede acceder a su interior por 3,5€.
Las jornadas romanas de Nimes
Como somos unos frikis de los romanos y entusiastas de la recreación histórica, no nos podíamos perder las jornadas romanas de Nimes. Durante tres días, la ciudad vuelve a sus orígenes y las calles se llenan de soldados romanos, campamentos militares, mercados y recreaciones históricas. Obviamente en una ciudad que tiene un coliseo espectacular, esto es una absoluta pasada.
Entre las actividades, destaca el espectáculo que tiene lugar en el interior del coliseo y que cambia de temática cada año. Nosotros vimos «Germánico y la furia de los bárbaros. La entrada más económica cuesta 15€ y hay tres pases: viernes, sábado y domingo. Nos pareció espectacular, más de 600 actores y algo más de dos horas de duración. Más que recomendable.
También hay un desfile nocturno, donde se puede ver a todos los recreadores, tanto bárbaros como romanos, recorrer la vía principal de la ciudad hasta llegar al coliseo. Una locura, nos encantó. Es totalmente gratuito.
Qué ver en Avignon
La historia de Avignon, una ciudad ubicada en el sureste de Francia, está marcada por su papel como sede papal durante el siglo XIV. En 1309, el papa Clemente V trasladó la sede papal de Roma a Avignon, dando inicio a un período conocido como el «Papado de Avignon» o el «Cautiverio de Avignon», que duró hasta 1377. Durante este tiempo, Avignon se convirtió en un importante centro religioso y político, con la construcción del Palacio de los Papas como una de las manifestaciones más destacadas de este período. Tras el regreso de la sede papal a Roma, Avignon continuó siendo una ciudad de gran importancia cultural y arquitectónica, conservando monumentos impresionantes como el Palacio de los Papas y el famoso Puente de Avignon, que se convirtieron en iconos de la ciudad y atractivos turísticos reconocidos en todo el mundo.
Posteriormente, Avignon pasó a formar parte del reino de Francia y experimentó períodos de prosperidad y desarrollo, así como momentos de conflicto y transformación. Durante la Revolución Francesa, la ciudad fue escenario de importantes eventos, incluida la resistencia a la represión revolucionaria y la abolición de la jurisdicción papal. A lo largo de los siglos XIX y XX, Avignon continuó creciendo como centro cultural, especialmente conocido por su festival de teatro, el Festival de Avignon, que atrae a artistas y espectadores de todo el mundo cada verano. Hoy en día, Avignon sigue siendo una ciudad vibrante y fascinante, con un rico patrimonio histórico y cultural que la convierte en un destino turístico popular en la región de Provenza.
Palacio de los Papas
Este impresionante palacio gótico fue la residencia de los papas durante el Papado de Avignon en el siglo XIV. La entrada cuesta 12€, aunque se puede combinar con la visita a los jardines o el Puente de Avignon por 14,5€ y las tres entradas por 17€. En su web se puede consultar tarifas y horarios.
Tenemos que decir que nos gustó mucho la visita. Incluye un Histopad gratuito, una tableta que va contando la historia del lugar y mostrando diferentes salas reconstruidas de manera virtual.
Puente de Avignon (Pont Saint-Bénézet)
También conocido como el Pont d’Avignon, este puente medieval sobre el río Ródano es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad. Aunque hoy en día solo quedan unas pocas secciones del puente original, sigue siendo un lugar icónico para visitar.
La entrada incluye una audioguía gratuita, aunque a nuestro juicio no merece la pena por la brevedad de la visita y porque consideramos que el puente se aprecia mejor desde abajo que desde el propio puente, aunque ciertamente por el precio que tiene es valorable.
Jardín Rocher des Doms
Ubicado en una colina frente al Palacio de los Papas, este jardín ofrece impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y el río Ródano. Además de sus hermosas áreas verdes y sus numerosos árboles, el Jardín Rocher des Doms cuenta con senderos para pasear, bancos para relajarse y zonas de juegos para niños. Es un lugar ideal para disfrutar de un tranquilo paseo, hacer un picnic con vistas a Avignon o simplemente disfrutar del aire fresco y las vistas espectaculares.
Museo del Petit Palais
Este museo, inaugurado en 1976, se encuentra en un magnífico edificio gótico que solía ser la residencia del arzobispo de Avignon. Alberga una impresionante colección de arte medieval y renacentista, que incluye pinturas, esculturas, tapices y objetos de arte sacro. Entre las obras más destacadas se encuentran piezas de artistas como Botticelli, Carpaccio, Bellini y Van Dyck, así como una colección excepcional de arte provenzal.
Basílica de San Pedro
Construida en el siglo XIV, esta iglesia se destaca por su impresionante fachada y su rica historia. En su interior, se pueden admirar una variedad de obras de arte religioso, incluyendo hermosos frescos, esculturas y vitrales.
Pont du Gard
El Pont du Gard es un impresionante acueducto romano ubicado en el sur de Francia, cerca de la ciudad de Nimes y Avignon. Construido a principios del siglo I d.C., este majestuoso puente forma parte del acueducto que suministraba agua a la ciudad romana de Nemausus, hoy conocida como Nimes. Con una altura de aproximadamente 50 metros y tres niveles de arcos, el Pont du Gard es uno de los monumentos romanos mejor conservados del mundo.
La visita al recinto es completamente gratuita, solo hay que pagar si se quiere hacer la visita guiada o acceder al cine, en el que proyectan una película sobre la construcción del puente. Nosotros no hicimos la visita guiada porque no nos cuadraba el horario, pero al parecer se sube a la parte superior del acueducto, por la que originalmente circulaba el agua. Eso sí, es en francés.
Cómo llegar
Para llegar, hay que coger el autobús 121 desde la estación de autobuses de Nimes (que está justo detrás de la estación de tren). El precio del billete es de 1’5€ y estos son los horarios. El autobús tarda unos 45 minutos en llegar a la parada más cercana al acueducto, Vers-Pont du gard: rond point pont du gard.
Prepara tu viaje a Nimes y Avignon
Aunque nosotros establecimos nuestra base en Nimes, para aprovechar al máximo las jornadas romanas, lo cierto es que es posible establecerse en cualquiera de las dos ciudades dada su cercanía y la comodidad para desplazarse entre ambas.
Cómo llegar
Lo normal hasta hace no mucho era viajar en coche o en avión, por lo que es fácil encontrar información en distintas web sobre cómo llegar a esta región de Francia en estos medios de transporte… lo que no es tan conocido es que se puede llegar en tren.
El Ave a Francia tiene varios destinos, entre ellos Nimes y Avignon, desde la estación de Madrid Puerta de Atocha. Los trenes salen de lunes a domingo y siempre tienen el mismo horario: salen a las 13:25 de Atocha y a las 09:01 de Nimes . En llegar a Nimes tarda unas 7 horas y en regresar a Madrid unas 6:45 horas.
Para ir de Nimes a Avignon puedes coger un tren regional, hay varios horarios a lo largo del día y distintos precios. Nosotros conseguimos los billetes por 1€ porque el primer fin de semana de cada mes tienen una oferta. El trayecto dura aproximadamente media hora.
Tanto la estación de Nimes como la estación de Avignon están en el centro de la ciudad, por lo que podrás desplazarte a tu alojamiento o a los principales puntos turísticos a pie.
Dónde alojarse
Nosotros nos alojamos en Nimes, en el centro de la ciudad y muy cerquita del Arena. Esta zona o la zona cercana a la estación de tren nos parecen ideales para recorrer la ciudad cómodamente a pie. Incluso la zona de los jardines de la Fontaine estaría interesante, aunque algo más retirada de la estación.
Dónde comer sin gluten en Nimes y Avignon
Nuestro blog no es un blog de viajes sin gluten, pero justo antes de este viaje a uno de nosotros le diagnosticaron una intolerancia genética al gluten y la recomendación de evitar su consumo. Así que este ha sido nuestro primer viaje sin gluten y, aunque tenemos que decir que se hace complicado encontrar sitios sin gluten, no ha resultado tan imposible como pensábamos. Principalmente comimos en el apartamento, ya que nos resultaba más cómodo y sencillo, pero también comimos fuera de casa.
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Origine Pizza (6 Rue de l’Agau, Nimes). Esta pizzería tiene la posibilidad de pedir todas sus pizzas sin gluten por un suplemento de 2’5€. Utilizan una masa de arroz, fécula de patata y maíz. A nosotros nos pareció que estaba bastante buena, pero nos clavaron 8€ por una botella de 75cl de agua, que nos pareció un auténtico atraco. Además, los precios de la bebida no vienen en la carta… por lo que cuidado. Abren hasta las 22:00 horas, lo cuál en Francia es un plus.
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L’Arbousier (18 Rue de l’Horloge, Nimes). Es un restaurante libanés con bastante opciones sin gluten en la carta, y marcadas como tales. El problema es que cierran a las 18:30, por lo que es una opción únicamente para comer.
- Vivotto (34 Rue Des Trois Faucons, Avignon). Este sitio nos encantó, tienen un montón de opciones perfectamente señalizadas y un menú por 11,95€ con entrante o postre y plato principal, más bebida. Además estaba todo buenísimo y tenían varias tartas que se podían pedir aparte.
- Lex beullueses (50, Place des Corps Saints, Avignon). Este sitio no lo probamos, pero vimos que en su carta tenían galletes sin gluten (de trigo sarraceno).