Empezamos el día en medio de una autopista croata, con un buen madrugón para llegar a primera hora a los lagos de Plitvice, que tenemos como una hora de distancia.
La ruta H
Lo primero que percibimos es que el recinto está muy bien montado. Nada más llegar hay un aparcamiento bastante amplio, aunque sospechamos que en los meses de verano posiblemente se quede corto, en el que se indica que el precio por aparcar campers es de 80 kunas por un día, para vehículos normales se paga por horas de uso.
Justo a la salida del parking hay unos baños y las taquillas, donde pagamos 180 kunas por persona. Nuevamente, precio de temporada baja, en verano este precio se llega casi a duplicar, alcanzando las 300 kunas, que vienen a ser unos 40€ al cambio actual. Vamos, un dinero.
Al llegar a la entrada nos explican las distintas opciones que hay para recorrer el parque. Básicamente hay dos zonas diferenciadas: los lagos altos y los bajos. La ruta más corta solo recorre estos últimos, las más completas recorren ambas partes.
Se puede hacer todo el recorrido completamente a pie, lo cual lleva obviamente mucho más tiempo. Se puede hacer parte en autobús y parte a pie. O se puede hacer combinando autobús, caminata y barco. Nosotros nos decantamos por esta última opción porque nos parece llamativa la parte del barco y porque tampoco queremos acabar muy tarde, que luego nos espera un rato de carretera.
El recorrido
En total pasamos en el parque desde las 9 de la mañana hasta las 14:30 de la tarde, aproximadamente… y hacemos el recorrido con muchísima tranquilidad y parando mucho tiempo a hacer fotografías. De hecho demasiado, porque alguna que otra vez nos lleva un rato encontrar el momento en el que no hay gente en la toma.
El parque no está excesivamente concurrido y se nota que, a diferencia de Krka, aquí se dispersan más. Hay gente, sí, pero no es una locura y se está a gusto. Vemos más gente en la zona baja de los lagos que en la alta, eso sí, imaginamos que es porque la que pilla más cerca de la entrada y también la más pintoresca, así que posiblemente mucha gente elija únicamente esa ruta.
La verdad es que el recorrido es precioso aunque sí que tenemos que decir que para nuestro gusto faltan miradores en altura. Desde arriba la perspectiva de los lagos es una maravilla y no hay realmente lugares que te permitan verlos con comodidad. De hecho vemos a más de una persona saltándose la valla para posicionarse en zonas bastante peligrosas y hacerse un selfie, una locura.
La ruta es muy sencilla y muy asequible, perfecta para ir con niños. Hay baños en varios puntos del recorrido, concretamente en las zonas donde se coge el barco, y también bancos y zonas para descansar. En general está muy bien montado. También se pueden encontrar zonas de restauración con precios bastante razonables, aunque no baratos. Y, obviamente, puedes llevar tu propia comida.
Nosotros diríamos que con un día es más que suficiente para hacer el recorrido de todo el parque, incluso a pie.
Por cierto, al salir del parque pagamos en las máquinas automáticas el ticket del aparcamiento y, para nuestra sorpresa, nos cobran por horas. Al final pagamos como 50 kunas, que es bastante menos de lo que nos pedían por la camper… y salimos sin problemas.
Frontera tras frontera
Y volvemos a la carretera y a los peajes croatas, que ya se van acabando. Al final nos hemos dejado más de 100€ en peajes en este país, que se dice pronto. Y sí, hemos hecho bastante kilómetros, pero aún así… el problema es que la mayoría de las veces la diferencia entre ir por peaje o no es de una o más horas, que es una barbaridad.
En general Croacia nos ha parecido un país caro de una manera abusiva, la verdad. En nuestra opinión se pasan cuatro pueblos con todo lo turístico y exprimen al visitante al máximo… y eso que hemos viajado en temporada baja, con los precios más ajustados. Por lo que hemos visto en supermercados y sitios de comida más local, el coste de vida del país no es tan elevado como el turístico, ni de lejos. Y, a ver, está bien querer sacar rentabilidad al turismo, pero lo que hemos visto aquí nos ha parecido pasarse. Es un país muy bonito, pero abusan.
De Croacia pasamos de nuevo a Eslovenia, donde casi besamos nuestra viñeta. Y eso que al principio la idea no nos gustaba… qué cosas. Al final nos quedamos a dormir en un aparcamiento para campers que está justo en la frontera con Italia, a razón de 7€ la noche, que está fenomenal.