Tenemos que empezar este artículo diciendo que cada bebé es un mundo y nadie conoce al suyo mejor que sus padres. Así que, ante todo, tú y nadie más que tú debes ser quien evalúe si tiene sentido hacer un viaje con tu bebé por primera vez. Hay mil casuísticas diferentes y, si algo nos ha quedado claro en este tiempo, es que lo más importante a la hora de viajar con un bebé es que los padres se sientan cómodos con la idea. Si no te apetece, crees que no es el momento o consideras que tu hijo/a no está preparado para viajar, no lo hagas. Solo vais a pasarlo mal todos.
Este artículo sobre cómo viajar con un bebé no es para dar lecciones a nadie, porque nuestra bebé no es la de nadie más y nosotros solo sabemos viajar con ella. No, la idea es contaros qué hemos aprendido, qué nos ha funcionado y servir de inspiración a otros padres y madres que estén como estábamos nosotros hace unos meses: repletos de dudas e incertidumbre, pero con muchas ganas de organizar su primer viaje con un bebé.
Dónde viajar con un bebé en su primer viaje
Dónde ir es casi lo más importante del viaje. Bajo nuestro punto de vista, lo mejor para un primer viaje es ir a un lugar donde nos sintamos cómodos. Ya sea porque ya lo conocemos, porque nuestros amigos estuvieron hace dos días y nos lo han recomendado o porque nos parece un destino «baby friendly». Sea cuál sea tu razón, será perfectamente válida.
Un primer viaje, sobre todo, no es momento para arriesgar o exponerse a tensiones innecesarias. Estáis conociendo a vuestro bebé y lo más importante es que aprendáis qué necesita, qué os funciona y qué necesitáis vosotros. Pensad en algún sitio cómodo, que os ilusione y que os lo ponga fácil.
En cualquier caso, siempre es recomendable consultar con la Unidad del Niño Viajero para saber si el destino que propones es apto para la edad de tu hijo/a.
Nosotros hemos estado en Francia, Portugal, Noruega y, por supuesto, por España. Hemos apostado por destinos próximos para ir midiendo nuestra propia capacidad, ya que nos hacía sentir más cómodo… pero sabemos que hay bebés que cruzan el charco en esta etapa y está perfecto. O si prefieres quedarte en tu país. Como hemos dicho, lo principal es que te sientas bien con el lugar que elijas.
Cuándo es mejor viajar con un bebé
Nosotros decidimos esperar a que la peque tuviera puesta la primera tanda de vacunas, ya que nos parecía lo más cauto. Hay familias que esperan a los 4 meses para que tengan la pauta de vacunación completa… y nos parece perfectamente válido. Al final, nuevamente, es sentirse cómodo con la decisión tomada y viajar tranquilos.
Nuestra peque cumplió tres meses estando de viaje por Francia y la verdad es que fue un viaje genial, sin ningún incidente. Además, tendremos para toda la vida el recuerdo de nuestra bebé cumpliendo meses en Carcasona.
Cómo desplazarse en coche, tren o avión con un bebé
El medio de transporte también es importante. Nosotros en estos meses hemos viajado en coche, tren y avión. Sinceramente, no nos ha parecido especialmente complicado ninguno de los tres medios de transporte, pero destacamos sin duda la comodidad del tren.
El tren tiene como ventaja que te puedes mover durante el desplazamiento. Te permite coger al bebé, pasearle para que se relaje si llora, tienes tu equipaje más mano y, además, a la hora de realizar el embarque implica menos esperas.
El avión tiene como ventaja que, obviamente, es mucho más rápido. También te puedes mover cuando la señal de los asientos está apagada, pero no durante el despegue y el aterrizaje, además el espacio suele ser más reducido. Nosotros no hemos tenido ningún problema durante despegue y aterrizaje utilizando el truco de darle el biberón durante los mismo, ya que así se alivia la presión de sus oídos. Y el resto del viaje suele dormirse, pero por lo general nuestra hija es bastante tranquila. También es cierto que no hemos realizado vuelos especialmente largos hasta la fecha. Es recomendable llevar una bolsa de mano con pañales, cambiador, toallitas, ropa de cambio, biberones o chupetes y algún juguetito. Mejor debajo del asiento, siempre a mano por lo que pueda pasar.
El coche nos resulta cómodo porque te lleva a de puerta a puerta, pero implica hacer paradas cada hora y media o dos horas y es más incómodo si a la peque le entra un apretón o tiene ganas de comer, ya que no siempre hay una estación de servicio justo donde la necesitas. Los viajes en coche son más lentos con un bebé e implican ir separados, al menos en nuestro caso uno va detrás con ella y el otro al volante. A nosotros, personalmente, el coche es el medio de transporte que menos nos gusta con un bebé porque se llega a hacer pesado. Como consejo para este rango de edad, diríamos que podría ser interesante mantener el radio de los trayectos en un máximo de 3 – 4 horas (sin contar paradas). Y, por supuesto, desarrollar la habilidad de cambiar pañales en el asiento del coche, porque no siempre vas a tener un cambiador disponible en un viaje.
Qué llevar en la maleta cuando viajas con un bebé
Punto vital y que, a nuestro juicio, marca la diferencia en cualquier viaje. Ni te quieres pasar ni te quieres quedar corto de equipaje pero, una cosa hemos aprendido en estos meses: menos es más. Al final llevar un montón de maletas resulta pesado, incómodo y te quita las ganas de salir de casa, sobre todo si se viaja en tren o avión. Nosotros hemos procurado aligerar desde el primer viaje nuestras mochilas y hemos conseguido que para viajes de una semana con clima de primavera/verano nos baste con una mochila de 50 litros por adulto y la pañalera.
Nosotros hemos aligerado mucho en ropa, llevando jabón lagarto parar ir lavando a mano lo que se ensucie (sobre todo la ropa de la peque). También hemos aligerado equipo fotográfico. Antes viajábamos con nuestra Sony A7 III y ahora nos hemos pasado a la Sony RX100M7 que es una compacta maravillosa, que da unos resultados fantásticos y, aunque echamos en falta alguna cosilla, como tener más angular o más ISO, la verdad es que nos resuelve la papeleta, no pesa absolutamente nada y cabe en un bolsillo sin resentir demasiado la experiencia fotográfica.
De «trastos» para la peque hemos ido recortando. Empezamos llevando la bañera hinchable, pero hemos descubierto que es más cómodo y práctico meterla con nosotros en la ducha. Los pañales se pueden comprar en cualquier parte y también las toallitas húmedas, por lo que no es necesario llevar toneladas. Así que lo imprescindible es llevar pañales y toallitas para los primeros días, 4-5 looks de ropa para ir intercambiando y lavando, jabón lagarto y, en nuestro caso, biberones, leche de fórmula y esterilizador de viaje. A esa edad no hacen especialmente caso a los juguetes, así que nosotros solemos llevarnos uno para entretenerla cuando es necesario, este es su preferido. Y, bueno, muselinas unas cuentas, claro. Sobre la ropa, lo más práctico son pijamitas o bodies, con algo que poner por encima. El típico sistema de capas, vamos. Ropa cómoda, con la que sea fácil comprobar y cambiar un pañal en lugares con poca movilidad, te facilitarán mucho la vida.
Alojamiento ideal para viajar con bebés
Una lección que hemos aprendido es que son mucho más cómodos los apartamentos que los hoteles. Un bebé necesita espacio para colocar sus cosas, por ejemplo el cambiador y los pañales, y las habitaciones de hotel suelen ser más pequeñas. Además, tener cocina facilita mucho el poder cenar en casa la típica noche que el bebé se duerme pronto o conservar los biberones (imprescindible el frigorífico). Aquí es donde entran en juego alternativas como HomeExchange, que es una manera maravillosa de tener un hogar fuera de casa, con todas las comodidades que puedas necesitar para tu bebé.
Si no te queda más remedio que quedarte en hotel o no encuentras un alojamiento con cuna, esta cuna de viaje nos parece una maravilla para bebés de esta edad porque no ocupa nada y pesa poquísimo. La puedes llevar en tu propia mochila y te proporciona una camita cómoda para tener al bebé a mano… aunque seguramente necesitarás reforzar el colchón con una alfombra o toalla. Con todo, en Booking tienes un filtro para poder buscar alojamientos que específicamente dispongan de cuna…y hay más de los que imaginas.
¿Carrito o mochila de porteo para viajar con bebés?
Nosotros decidimos apostar desde el primer viaje por el porteo y, la verdad, nos parece el invento del siglo. Es cómodísimo, la peque va encantada y nos permite viajar muchísimo más ligero, no viendónos limitados por escaleras o suelos sin asfaltar. Como a nosotros nos ha tocado viajar en verano, compramos este de bambú, que es un tejido termorregulador y transpirable. La verdad es que la peque no ha pasado nada de calor y nosotros tampoco al llevarla.
Hay muchos amigos que nos han comentado que ellos no pueden hacer porteo porque su bebé llora o protesta… y quizás sea tu caso pero, ojo, el ten en cuenta que el porteo tiene truco. Nosotros al ponerla las primeras veces también nos agobiábamos, se nos resbalaba, lloraba… al final, a base de insistir, aprendimos a hacerlo bien y la peque empezó a ir comodísima. Descubrimos que a veces se quejaba estando en casa, pero nada más pisar la calle se quedaba dormida tan a gusto. Además, creemos que tiene una ventaja añadida, y es que mejora muchísimo el vínculo con el porteador. Así que, bajo nuestro punto de vista, merece la pena intentarlo.
El carro puede ser cómodo en ciertas ocasiones, por ejemplo si el bebé se queda dormido y estáis cenando. O para pasear sin peso, aunque ciertamente a esta edad suelen pesar poco y es muy cómodo cargarlos. El principal problema que le vemos a esta edad es que vas a necesitar capazo y el capazo ocupa una barbaridad. Nosotros tenemos el Bugaboo Dragonfly, que es plegable, y aún así ocupa muchísimo. En avión imprescindible facturarlo, en el tren sí que lo podrías llevar y en el coche también si tienes un maletero grande.
Comer y cambiar pañales durante un viaje con bebés
Y ahora el tema logístico. La verdad es que es mucho más fácil de lo que parece porque la respuesta es en cualquier sitio. Un bebé de esa edad no ocupa nada y te lo puedes poner perfectamente sobre tus piernas para cambiar un pañal de pis o en el cambiador portátil si hay algo más, en cualquier banco o silla que tengas a mano.
Para el tema comidas va a depender muchísimo de la alimentación de tu bebé. Un bebé que toma el pecho va a requerir muy poca logística, ya que tiene «comida para llevar». Como mucho, si la mamá lo necesita, habrá que llevar extractor de leche, discos y demás. En nuestro caso estamos con leche de fórmula, por lo que tenemos que llevar biberones y leche en polvo. Nosotros hemos decidido llevar siempre toda la leche que necesitamos para el viaje, que calculamos en las semanas previas en base a lo que suele tomar la niña, porque no queremos arriesgarnos a no encontrar la misma marca que toma ahora. En España obviamente esto no es un problema, pero en el extranjero sí.
Sobre los biberones, la cifra mínima para nosotros es llevar 2, pero no lo vemos especialmente grave porque un biberón compras en cualquier farmacia si te hace falta llegado el caso. Lo mismo para chupetes.
Conclusiones
Viajar con un bebé de 3 a 6 meses nos ha parecido extremadamente sencillo. Tiene sus cosas, principalmente que es todo un aprendizaje y tienes que conocer a tu hija, saber qué os funciona y qué no… pero, en términos generales, un bebé de esa edad suele dormir a todas horas y no protesta por nada, así que es muy sencillo llevarle de un lado para otro. Obviamente sabemos que hay bebés que no duermen bien, que tienen cólicos, que no comen bien y mil problemas más, pero como hemos comentado al empezar este artículo, cada bebé es un mundo y cada familia debe valorar si les merece la pena o quieren viajar en sus condiciones. Nuestra hija lo pone todo especialmente fácil, somos conscientes, pero nos atrevemos a decir que esta edad es una de las más fáciles para viajar con niños.
Si estás planeando tu primer viaje con un bebé, recuerda que lo más importante es elegir un destino cómodo, pensar en la logística de transporte y alojamiento, y viajar sin estrés. Cada familia es diferente, pero con estos consejos para viajar con bebés podrás disfrutar de la experiencia, crear recuerdos inolvidables y descubrir que viajar con un bebé de 3 a 6 meses puede ser más fácil de lo que imaginas.