Qué comida callejera podrás probar en tu viaje a China
Qué comida callejera podrás probar en tu viaje a China

Qué comida callejera podrás probar en tu viaje a China

Una de las cosas que más nos ha gustado de China es su extensa y variada gastronomía. Probar la comida callejera nos parece una manera sensacional de descubrir la gastronomía de este país. En China hay montones de puestos callejeros, que además van variando a medida que cambias de región, y que ofrecen muchísimas opciones a precios irrisorios. En este artículo te vamos a contar toda la comida callejera que probamos durante nuestro viaje a China, y a contarte qué nos gustó más y qué menos.

Nos va a costar poner los nombres porque mayoritariamente no los sabemos, ¡pero tenemos montones de fotos! En China es complicado saber qué vas a comer simplemente traduciendo la carta, porque a veces la comida tiene nombres tan creativos como “león observando la luna” al traducirlos. ¿Nunca habéis visto en los restaurantes chinos de España un plato llamado “hormigas trepando por un árbol”? Bueno, pues es un poco así todo. También hay cosas normales que sabes qué son al traducirlas, claro está.

 

Shanghai

Justo en frente de nuestro hotel había una tienda que todos los días y a todas horas tenía unas colas tremendas. ¿Qué vendían? Estos pastelitos de color verde tan curiosos. Obviamente los probamos. Tienen varios rellenos, pero nuestro favorito fue el relleno de huevo hilado (según traducción).

Otra cosa que probamos en Shanghai fueron estas brochetas de langostino. Se ven por todo el país, junto con las salchichas y, bueno, cualquier cosa que pueda pincharse en un palo. A los chinos les encanta pinchar cosas en palos, principalmente porque no gustan de usar servilletas y así evitan mancharse las manos. La sorpresa de esta brocheta es que el langostino va entero, con cabeza y cáscara incluidas. Un poco asquerosete para nuestro gusto.

Otra cosa que probamos y que nos encantó, que además se ve en toda China, fueron estas brochetas de fruta caramelizada. Hay muchas frutas diferentes, nuestras preferidas son las de fresa. El precio ideal es de 10 yuanes para la brocheta grande, esta de la foto sería la pequeña.

Otro clásico de Shanghái es el Xiao Long Bao de cangrejo. Va relleno de cangrejo y de una especie de sopa, y se toma con una pajita hasta que se termina el líquido. Nos pareció que estaba muy rico.

Esto es relativamente fácil de encontrar en todo el país, son los pasteles de luna y tienen distintos rellenos. Este concretamente era de carne y estaba delicioso.

En las zonas turísticas es muy típico ver helados con la forma de alguna atracción turística del lugar, por ejemplo con forma de soldado de terracota o de palacio imperial. Estos los cogimos en los jardines de Yuyuan y son de té verde y de queso. Están ricos, sobre todo el de queso, pero suelen fliparse mucho con el precio. A nosotros nos costaron 10 yuanes, pero los llegamos a ver a 25.

Otra cosa que descubrimos en Chengdú y a la que posteriormente nos enganchamos en Pekín, fueron esta especie de sandwiches rellenos de carne y con un pan que es como una masa de hojaldre crujiente. Los de Chendgú sin más, pero en Pekín encontramos un sitio donde estaban espectaculares.

Guilin

¿Quién ha dicho que en China no hay arroz tres delicias? Pues para muestra, un botón. El nombre oficial era arroz con tortilla y verduras y, claramente nos imaginamos que iba a ser otra cosa. Sin más.

Fenhuang

Esta especie de bolas de arroz glutinoso de sabores estaban riquísimas y las compramos en un puestecillo a la entrada del pueblo. Nos gustaron tanto, que volvimos a por más a la mañana siguiente.

En el mismo puesto tenían estos pastelitos de maíz que, aunque estaban muy ricos, no tenían nada que hacer al lado de las bolas de colores.

Otra cosa que nos encantó de Fenghuang, aunque se puede encontrar en todo el país pero aquí estaban especialmente buenos, fueron los shaomais.  Se preparan al vapor, van rellenos de arroz y están que te mueres de ricos.

Chengdú

Esto que compramos en Leshan era una auténtica delicia, tanto que acabamos comprando tres. Es una especie de masa dulce, creemos que de batata o algo similar. Estaba muy rica. Por cierto, en China es muy típico que en lugar de servilletas te den bolsas para comer sin mancharte las manos, como la de la foto.

Otra cosa que descubrimos en Chengdú fueron las bolitas de pulpo, que son un vicio y están riquísimas. La salsa que le echan es adictiva. Se reconocen fácil porque suele salir el dibujo de un pulpo en todos los puestos donde las venden.

Xi’an

Una de nuestras comidas preferidas del viaje fueron las hamburguesas de Xi’an. Las vas a ver en todas partes, pero no todas están igual de ricas. Si hay mucha cola para comprarlas, suele ser buena señal.

También en Xi’an probamos estos dulces de persimón, que es algo que jamás hubiera adivinado hasta que en un puesto vi la foto de la fruta.

En esta ciudad también es muy típico el pan, en el barrio musulmán. Es raro ver pan de este tipo en países orientales y, obviamente, lo tuvimos que probar.

Y otra cosa que probamos fueron estos snacks, que tenían de distintos sabores y estaban bastante buenos.

Pingyao

En Pingyao encontramos un sitio donde tenían frutas caramelizadas, que se ven en toda China también, pero deliciosas y tiradas de precio. Nuestras preferidas son las fresas, pero hay de todo.

Aquí también probamos los pastelitos de luna, que se ven en todas partes. No van rellenos de nada, aunque ponga que tienen distintos sabores. Lo cierto es que a nosotros nos parecieron todos iguales, pero estaban buenos.

También probamos esto otro que, la verdad, sabía a rosquilla de pueblo.

En Pingyao también probamos una guarrada: una oblea de arroz rellena de noodles y cosas variadas. No estaba mal, aunque tampoco era una locura.

Pekín

El imprescindible de Pekín es el pato laqueado. La verdad es que a nosotros nos podía la curiosidad, pero nos daban muchísima pereza dos cosas: los sitios buenos suelen estar hasta arriba y es necesario reserva previamente o hacer colas eternas y que se sirve por piezas completas, algo que nos parecía muchísimo para dos personas. Así que cuando vimos que había puestos donde vendían los rollitos ya preparados por unidades, vimos el cielo abierto.  Además, en un sitio que estaba muy recomendado.

Lo bueno de Pekín es que puedes encontrarlo todo, comida del resto de regiones de China. Igual es porque nos pilló al final del viaje y ya nos conocíamos casi todo, pero en Pekín hicimos como una pequeña despedida cogiendo todo lo que más nos había gustado durante nuestro recorrido por el país.

Una cosa que solo vimos aquí, aunque seguramente por no fijarnos, fueron estos dulces de colores. Uno pensaría que son bizcochos pero no, la masa es como de arroz y más bien glutinosa. Curioso, aunque no delicioso.

No hemos mencionado tampoco los tallarines con cosas, que es algo que se encuentra en todo el país y siempre resulta socorrido. ¿Qué llevan? Ni idea. Muchas veces pedíamos a boleo y otras elegíamos los ingredientes a ojo, intentando acertar. La verdad es que no probamos ni unos malos. Los hay de arroz y de trigo, los de arroz son como más transparentes y quedan algo más blandos, como se ve en la segunda foto. Es importante pedir que no piquen, porque de lo contrario se puede pasar mal.

Y otro imprescindible son las brochetas. Hay mil sitios donde probarlas, tienen de todo tipo (incluso insectos) y solo tienes que elegir qué quieres y te lo preparan al momento. No sé qué especias le ponen pero están de vicio.

Snacks variados

Una de nuestras actividades preferidas era entrar a los supermercados y comprar cosas para probar. Suelen tener precios muy bajos y una variedad asombrosa de productos. Encontramos cosas que estaban riquísimas y otras que no tanto, pero simplemente la experiencia de recorrer las filas y filas de pasillos con productos tan variados ya merece la pena.

Las lays, y las patatas en general, las hay de sabores rarísimos. Algunas están muy buenas y otras son un horror, es como una ruleta rusa de sabores. Los noodles instatáneos te sacan de un apuro pero igual, es una completa loteria porque hay algunos que pican de manera infernal y no hay quién se los coma. La parte buena es que encontrar agua caliente para prepararlos es bastante sencillo. Lo rojo es una especie de salchicha, muy popular y que todo el mundo come… a nosotros nos recordó al jamón de york envasado en forma de rulo, nada especialmente rico.

Cosas que no probamos

No lo probamos por razones obvias, pero con los cangrejos hacen exactamente lo mismo que con los langostinos, solo que resulta más evidente.

Esta es otra cosa que tampoco llegamos a probar y que se ve en todas partes. Son calamares y llevan una especie de salsa, se hacen a la parrilla.

Esto lo vais a ver en muchas tiendas, es como carne deshidratada. Tienen también patas de pollo (les flipan) y mucha casquería. No lo probamos, pero es muy muy fácil de ver.

Tampoco probamos insectos. Se ven con relativa facilidad y los chinos incluso los comen, normalmente en brochetas a la brasa. Nosotros no llegamos a tener tanta hambre ni somos tan intrépidos, la verdad.

2 comentarios

  1. Yo no entiendo cómo teniendo una gastronomía tan increíblemente rica y variada lo que ha triunfado aquí es el arroz tres delicias… XD Pero bueno, es verdad que cada vez se ven más restaurantes chinos “reales” y eso es una suerte 🙂 En Madrid tenemos hasta algún supermercado y tienen algunos snacks de los que comíamos allí.

  2. Bea

    Está genial el post. ¡Que recuerdos!

    La comida en China es deliciosa, ojalá en los restaurantes de aquí sirvieran platos de verdad de la gastronómicos China.

    A mi me encantó un plato de coliflor con verduras y unas pastas de te macha.
    La berenjena con arroz en Hangzhou también brutal, y si, el pato laqueado en Pekín muy rico y muy guay como teatralizan la forma de servirlo.

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