Irán: Itinerario, mapa y preparativos para una ruta de 2 semanas
Irán: Itinerario, mapa y preparativos para una ruta de 2 semanas

Irán: Itinerario, mapa y preparativos para una ruta de 2 semanas

 

Este viaje tiene su origen en un golpe de suerte que no pudimos aprovechar: el año pasado, en un concurso de FITUR, nos tocó un vuelo a Irán que no pudimos coger por que no teniamos días de vacaciones. Nos dolió en el alma desaprovechar una oportunidad así pero, a la vez, nos abrió la puerta a considerar un país que hasta entonces no habíamos tenido en mente.

¿Por qué Irán?

Empezamos a leer sobre el país y lo que encontramos fue maravilloso. Lo tenía todo: historia, cultura, paisajes, aventura, gastronomía, seguridad y, sobre todo, buena gente. Leímos infinitos diarios de viajes y experiencias de distintos viajeros en Irán y todos dicen exactamente lo mismo: lo mejor de Irán es su gente. Nos entusiasmamos con de la idea y, desde ese momento, ya no hubo alternativa para nosotros: el viaje era Irán.

La verdad es que es un destino de esos que hacen que la gente se lleve las manos a la cabeza. Irán tiene muy mala prensa, aunque sea algo que no se corresponde con la realidad. Y no lo decimos nosotros, sino que lo dice el Ministerio de Asuntos Exteriores. Salvando alguna zona, principalmente las fronterizas, el país no tiene mayor problemática que los típicos hurtos o la eterna alerta terrorista que, lamentablemente, hoy día se puede leer prácticamente en la totalidad de los países del mundo. Sí, incluyendo el nuestro.

Es cierto que durante estos meses la tensión en el golfo pérsico ha ido aumentando, algo que hizo que llegaramos a considerar el cancelar el viaje… pero finalmente  decidimos a seguir hacia adelante.

El alojamiento

Desde el minuto uno pensamos en hacer Couchsurfing. Yo empecé a viajar gracias a esta red, cuando éramos cuatro gatos y aquello de alojarse en casa de desconocidos parecía una locura, y tenía muchas ganas de que D lo conociera. El problema es que CS ha cambiado mucho desde entonces y yo quería un poco de aquel espíritu inicial. Por lo que leía, parecía que era algo que aún existía en Irán.

Entré en mi cuenta de CS y empecé a escribir a distintas personas. No tardé en obtener respuesta. Así fue como conocí a Abbas, un CS que vive en Teherán y que me ayudó muchísimo durante el periodo de preparación del viaje. Por lo demás, desde aquí solo reservamos el hotel para la primera noche, en Qom… aunque ni siquiera llevábamos el itinerario cerrado. Lo hicimos a través de 1stquest, pero hay varias agencias que se dedican a esto como  Apochi, Tap Persia, eso sí, la oferta es escasa y cara para los precios que se manejan en el país.

Los vuelos

Teníamos claro que queríamos volar con Pegasus. Es la compañía más económica con diferencia (la mitad que los vuelos con Turkish que estuvimos viendo), pero el problema es que los vuelos salen a la venta con bastante poco tiempo. El nuestro lo compramos a finales de marzo, para volar en octubre. Vale, que son siete meses, lo sé… pero somos una gente muy impaciente y el hecho de mirar la página constantemente y no ver los vuelos por ninguna parte, nos inquietaba. Otra pega de Pegasus es que los horarios de sus vuelos son bastante malos ya que llegan de madrugada pero, la verdad, un Madrid-Teherán por 250€ bien vale la noche en vela.

Para los vuelos internos nos pasó un poco lo mismo, nosotros empezamos a mirarlos demasiado pronto y, para entonces, solo ofertaba sus rutas Mahan Air, que es la compañía más cara, aunque también es una de las pocas que tienen licencia para volar en Europa… con las garantías que ello implica.  Así que al final decidimos dejarlo para el último momento, considerando que a las malas podríamos coger un tren. La jugada nos salió bien y no solo pudimos comprar el vuelo desde allí dos días antes de volar, sino que nos salió bastante más económico de lo que pensábamos.

El visado

Esta es, posiblemente, la parte más complicada de viajar a Irán. Los trámites se han simplificado enormemente en los últimos años y ahora es posible realizarlo en el mismo aeropuerto, nada más llegar. Es lo que se conoce como Visa on Arrival, o VOA. Para ellos, es necesario llevar una fotografía (con velo para las mujeres -aunque a nosotros no nos la pidieron), una reserva de hotel o una dirección en Irán (al parecer llaman para confirmarlo, así que tiene que ser verdadera) y un seguro de viaje (que especifique que cubre Irán, te lo hacen allí mismo si no lo llevas por 14€ y una cobertura decente). El precio es de 75€.

Existe la posibilidad de hacer la e-visa o de tramitar un visado tradicional a través de la embajada o el consulado, pero nosotros lo descartamos porque estuvimos leyendo que los rechazan alegremente y de manera aleatoria, cosa que al parecer con la VOA no sucede. Además los trámites son bastante pesados y sale más caro que hacer el la VOA.

El itinerario

Irán es un país enorme y lleno de cosas interesantes por ver: ciudades con mucha historia, paisajes increíbles, cultura… Cuando empezamos a descubrir más este país, comprendimos que dos semanas iban a ser completamente insuficientes y que teníamos que centrarnos en algo. Teniendo en cuenta que teníamos el viaje a Namibia muy cerca, con enormes dosis de naturaleza, nos tiraba más el lado de la gente y la cultura. Los paisajes de Irán me parecen increíbles, pero queríamos otro tipo de viaje. Al final, nos decidimos por hacer la ruta clásica, para tener una primera toma de contacto con el país y así, en un futuro, repetir en busca de lugares más diferentes y más naturaleza.

Nuestra ruta quedó así:

  1. Llegada a Teherán de madrugada. Nos vamos directos a Qom y, tras visitar el mausoleo de Fátima, salimos hacia Kashan donde hacemos noche.
  2. De Kashan nos vamos a Isfahán, pasando por Abyaneh.
  3. Isfahán. 
  4. De Isfahán nos vamos a Shiraz en un bus nocturno.
  5. Llegamos de madrugada a Shiraz. Esa misma mañana visitamos Persépolis y Naqsh-e Rustam.
  6. De Shiraz nos vamos a Yazd en un bus nocturno.
  7. Yazd.
  8. Excursión por la mañana a Kharanaq, Chak chack y Meybod. Noche en Yazd.
  9. De Yazd nos vamos a Kermán pasando por Saryazd, el caravanserai Zein o Din y Meymand.
  10. De Kermán nos vamos al desierto de Lut pasando por Rayen y Bam.
  11. Amanecer en el desierto de Lut y Mahan.
  12. Mañana en Kermán y vuelo a Teherán por la tarde.
  13. Montañas de colores y Teherán por la tarde.
  14. Vuelo de Teherán a Madrid de madrugada.

Toda la ruta totalmente abierta ya que no teníamos ninguna reserva hecha. Lo único que llevábamos claro era que queremos pasar los últimos días en Kermán, para aprovechar la luna nueva y así poder hacer fotografías nocturnas en el desierto.

 

Para movernos la idea era utilizar los autobuses nocturnos, que tienen fama de estar bastante bien -y ya estamos curtidos después de Perú y Bolivia- y de taxis privados. Los precios que se manejan son bastante bajos porque Irán es un país asombrosamente económico para el turista europeo. La experiencia con los autobuses fue bastante positiva, son cómodos, están limpios y funcionan bien.

Conclusiones finales

Tras el viaje, debemos decir que nuestra ruta fue bastante completa pero nos sobraron algunos tiempos muertos que podrían haberse optimizado para visitar alguna otra ciudad. Para nuestro gusto, Teherán es completamente prescindible y quizás con pasar una tarde en la ciudad sobre para ver lo poco que tiene.

También es cierto que los esos tiempos muertos que tuvimos fueron los ratos en los que nos pasaron las cosas más bonitas del viaje porque, al habernos librado de la lista de cosas por ver, estábamos completamente abiertos a dejarnos llevar por los iraníes y ellos son, sin duda, lo mejor que tiene Irán.

Irán es un país que está muy adaptado al turismo, con unas infraestructuras bastante buenas. Las ciudades están repletas de fuentes y baños públicos (sin papel, eso sí). Hay bastantes hoteles, aunque nuestra recomendación es que os llevéis teléfonos de algunos apuntados para llamar el día de antes y preguntar si tienen habitación o si estarán abiertos cuando lleguéis. Los taxis son muy económicos, aunque conducen como locos. La comida es baratísima y muy rica, aunque a veces cuesta un poco entenderse en algunos sitios.

En general es un país que se presta bastante bien a la improvisación, muy seguro y fácil de recorrer. Los iraníes siempre están dispuestos a ayudar al extranjero y tratar con ellos, aunque se complique por culpa del idioma, suele resultar bastante satisfactorio. En definitiva, un destino que hay que incluir en la lista de cualquier viajero que se interese en la historia, la cultura y la arquitectura de la antigua Persia.

El podcast

Para este viaje hemos hecho algo diferente a lo que solemos hacer. Si los diarios de viaje son un imprescindible para nosotros, esta vez quisimos hacer no solo un diario escrito, sino uno hablado. Hemos estado grabando en directo, desde distintas localizaciones de Irán, contando las diferentes etapas de nuestra ruta. Si queréis escucharlo, podéis encontrarlo aquí.