Diario de Namibia y Botswana (14): P.N. Chobe y Elephant Sands
Diario de Namibia y Botswana (14): P.N. Chobe y Elephant Sands

Diario de Namibia y Botswana (14): P.N. Chobe y Elephant Sands

 

Salimos del hostal por la mañana para hacer un Game Drive por el Parque Nacional de Chobe: hemos decidido ir con nuestro propio coche, ya que la experiencia en Etosha fue bastante buena. Además, tampoco vamos a estar mucho por que, al medio día, ponemos rumbo hacia Elpehant Sands! 🙂

P.N. Chobe

Entramos por Sesudu gate, que está como a unos 20 minutos de nuestro alojamiento. El precio de la entrada para cuatro personas con un vehículo es de 530 pulas y se paga directamente en la puerta. Habíamos leído que no era posible, pero no hemos tenido problema alguno.

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Lo primero que descubrimos es que este parque está bastante peor que Etosha: los caminos son de arena y están poco marcados. Tenemos que movernos constantemente en 4×4, algo que apenas habíamos utilizado hasta ahora. Además, no hay muchas indicaciones y es muy complicado ubicarte porque, para colmo, apenas hay coches por aquí que te sirvan de guía o referencia. Es, por así decirlo, mucho más salvaje que Etosha. 

Los animales no se nos dan del todo mal. Vemos hipopótamos, cocodrilos, gacelas, elefantes, kudus, bufalos, jirafas… vamos, un poco de todo y, como siempre, mucho hervíboro. Hay un par de miradores que salen hacia el río, aunque después de haber estado ayer en el propio río, esto sabe a poco. Los animales se ven desde lejos y los caminos que bajan al río no es que estén muy allá (entre mal indicados y arenosos).

Conseguimos hacer más o menos decentemente uno de los recorridos que nos han indicado pero tardamos bastante más de lo que esperábamos. Un poco preocupados con esto decidimos intentar salir con margen. Y menos mal: cuando estamos yendo hacia lo que creemos que es una salida (porque no lo indican en ninguna parte), en el que nos encontramos con una manada de elefantes de frente y tenemos que dar la vuelta porque no se mueven. Y, claro, aquí poco podemos hacer. Cualquiera les pide a los elefantes que se aparten xD

La ruta alternativa que cogemos para intentar salir está aún peor que lo anterior: hay muchísimos baches y desniveles de terreno que tenemos que salvar con mucho cuidado y paciencia. Se supone que queríamos salir del parque a las 11, pero la cosa se alarga y acabamos saliendo a la 1, bastante agobiados porque no vemos indicaciones a la salida y el camino es horrible. 

Ya una vez fuera, firmamos la salida en Ngoma y nos dicen que vayamos a la otra puerta para que quede constancia de que hemos salido del parque. Luego vamos a Kasane, hacemos algo de compra y echamos gasolina. Ponemos rumbo a Nata, hacía Elephant Sands, ya vamos fatal de tiempo… pero esto es África, tú tienes unos planes y la naturaleza tiene otros, así que toca adaptarse.

Justo antes de llegar a Nata nos encontramos con otro control de esos de limpiar los pies con un líquido y las ruedas del coche, aunque esta vez tenemos un pequeño momento de pánico cuando el tipo nos pregunta si llevamos más calzado en el maletero. La simple idea de tener que abrir el maletero, sacar todo lo que llevamos hasta llegar a las maletas que están al fondo, tener que abrirlas para sacar los zapatos… ufff… por suerte, en un momento de lucidez, decimos que solo llevamos unas chanclas y el tipo nos dice que no hace falta que las saquemos. A mí, sinceramente, todo este tema me parece ridículo. No sé hasta que punto esto realmente evita la propagación de la enfermedad, pero me parece poco efectivo. Lo primero porque controlan lo que les apetece y segundo porque en un país en el que los animales campan a sus anchas y cruzan las fronteras que les apetece, creo que el menor de tus problemas son los humanos. 

Elephant Sands

Cuando llegamos al camping ya esta atardeciendo, pero no por eso deja de alucinarnos: Esta construido, a ras de suelo, en torno a un waterhole frecuentado por elefantes. De hecho, ellos circulan libremente por el lugar. Es más, las normas del camping son respetar a los elefantes y comprender que ellos mandan. Desde nuestra parcela se ve el waterhole y a varios elefantes que están detrás del edificio de los baños (mientras nos duchamos los estamos viendo de frente 🙂 ). La única pega que tiene este lugar es la segunda parte de su nombre: la arena. El camino de acceso y los del camping son de arena, por lo que toca tirar de 4×4. 

Aprovechamos para llamar al guía que nos llevará mañana al salar y nos dice que le recojamos a las 14 h en Maun. No entendemos nada porque habíamos quedado a las 9 por email (y nos intercambiamos como unos 48, varios de ellos hablando únicamente de la hora de quedada), pero nos dice que está en otro sitio y que no llegará hasta esa hora, pero que no nos preocupemos porque tenemos tiempo suficiente para llegar a dormir al salar y que todo está bien. No nos convence, pero tampoco podemos hacer otra cosa, y menos aún como estamos: sin cobertura ni WiFi. De hecho, hemos tenido que llamar desde el camping.

Después de la ducha nos vamos al waterhole, donde han encendido una hoguera y se está muy bien. Nos quedamos viendo los elefantes un buen rato hasta que nos entra hambre y decidimos ir a preparar la cena. Después de cenar volvemos al waterhole hasta que empieza a hacer demasiado frío, aunque da una pena enorme porque sigue habiendo elefantes y, la verdad, nos quedaríamos toda la noche viéndolos. Son taaaaaan alucinaaaaaaaaantes.