Asia a un lado, al otro Europa.. y allí, a su frente, Estambul ♫
Parece una referencia demasiado sencilla, demasiado fácil.. pero lo cierto es que representa muy bien lo que es Estambul: el Cuerno de Oro es el confluir de dos mundos. Es un pedazo de la Historia en el que se fusionan las tradiciones cristiana y musulmana. Occidente y oriente. Lo físico y lo espiritual. Las dos orillas fluyen para solaparse, entremezclarse y confundirse en forma de grandes mezquitas y delicadas iglesias; locos mercadillos y coloridos bazares; cervezas artesanas, cafés densos y deliciosos tés.
Es una ciudad que congelada en su acurrucada de esplendor: en su mercado de especias, en sus olores curiosos, en los gritos de sus negocios y el barullo de cada esquina. Es un lugar que te atrapa: desde la imponente senectud de Santa Sofia al esplendor de la Mezquita Azul. Desde la regia sobriedad del palacio de Dolmabahçe, al austero Topkapi o a la sutil mezquita de Rüstem Paşa, todo parece recordar que esa mezcolanza de culturas fue, no hace tanto tiempo, el centro de un mundos con dos almas.