Etosha (7)
Etosha (7)

Etosha (7)

 

Hoy salimos incluso antes que de costumbre: cuando dejamos el camping, todavía no ha amanecido. Ya vamos cogiendo práctica en el tema de recoger las tiendas a oscuras y conseguimos ponernos en marcha rápido. Todo esto por que hoy llegamos Etosha y queremos aprovechar el día!!

Okaukuejo

Llegamos al parque a las 9:30. En la Anderson Gate registran nuestra matrícula y nos dan el permiso, que se paga en el camping de Okaukejo. De la entrada al camping hay unos 40 minutos de trayecto, durante el que vemos una jirafa y varios facoqueros. (Es curioso porque el nivel de emoción por a los distintos animales va sufriendo grandes variaciones a medida que avanza el viaje: De hacerle un millón de fotos a la primera jirafa que nos encontramos por la carretera, a ignorarlas días después porque ya solo queremos ver leones :p)

Una vez en el camping, pagamos el permiso de entrada, que va de 24 en 24 horas, más 2 horas de cortesía. Si nos pasamos, tenemos que pagar un día más. Tambien nos informan de que hasta las 12 no se puede hacer el check in del camping, asi que nos montamos de nuevo en el coche y nos vamos a hacer nuestro primer Game Drive por Etosha. Los caminos están bien señalizados y van llevándonos por las distintas charcas del parque, que lamentablemente están secas. Hay algunas artificiales en las que sí hay agua y, por tanto, animales.

Una game drive consiste básicamente en conducir en busca de animales salvajes.

Vemos muchos herbívoros: impalas, cebras y oryx sobre todo. También vemos a una leona que va caminando sola, con unas heridas con muy mala pinta en un lateral. Cruza la carretera justo delante de nuestro coche, aunque la sensacion es rara por que da la impresión de que no se encuentra bien 🙁

Regresamos al camping sobre la 1 y hacemos el check in. El camping no está mal: las instalaciones están chulas y la piscina es bastante decente. Lo peor es la parcela que nos toca, que no tiene nada de sombra. Nos vamos a pedir que nos la cambien, tras un rato de espera, nos dan otra que tiene algo de sombra pero tampoco mucha. Por suerte, una pareja que está en una parcela cercana ve el problema que tenemos y nos ofrece utilizar la suya para comer mientras se van de game drive. Sacamos las cosas y preparamos la comida (hoy toca arroz y ensalada). Menos mal que tenemos sombra porque hace un calor tremendo.

Mientras cocinamos, vemos a unos elefantes pasando cerca de la valla trasera del camping. Me acerco a hacerles unas fotos, uno de ellos se dirige hacia mi y me gruñe, así que me voy. Capaz le veo de derribar la valla, ¡es enorme! Después de comer vamos al water hole, pero está vacío. Los water hotel de los camping de Etosha son famosos y la principal razón, además de las logísticas, para quedarse aquí. Consisten en una pequeña charca de agua a la que acuden a beber los animales y en cuyo alrededor se ha construído un mirador para que los ocupantes del camping puedan verlos. Hace un calor horroroso y muchísimo sol, así que nos vamos un rato a la piscina.

Un atardecer con vistas

Sobre las 4 y algo volvemos a coger el coche y nos vamos de game drive nuevamente. Vemos más o menos lo mismo de antes. Muchos herbívoros con la diferencia de que, en una de las charcas artificiales, vemos un rinoceronte!! 🙂 Es nuestro primer rinoceronte y el único de los 5 grandes que nos quedó por ver en Tanzania, así que estamos encantados. Nos quedamos un buen rato viéndolo, porque además está bastante cerca, y después nos vamos porque tenemos que estar en el camping antes de las 6:30, que cierran las puertas. Al irnos, vemos a otro por el camino, está bastante más lejos.

Llegamos al camping y nos vamos directos al water hole para ver atardecer. Hay un grupo de jirafas y la escena no puede ser más espectacular. Cuando ya se va la luz, nos retiramos sin muchas ganas. Tenemos que montar las tiendas y ducharnos. Cuando acabamos, D se acerca al waterhole y vuelve corriendo para avisarnos de que hay unos elefantes y un par de rinocerontes. Vamos para allá y nos quedamos un buen rato hipnotizados con ellos.

Vamos a cenar algo rápido, embutido y paté, y volvemos. Ha refrescado un poco, pero no nos importa, estamos alucinando. Los elefantes ya se han ido pero hay como ocho rinocerontes en el water hole. Nos quedamos allí hasta las 11 y, muertos de sueño, nos vamos a acostar. Por cierto, el camping está lleno de zorritos, que no parece que sean peligrosos pero merodean por todas partes.