Tras recoger el coche muy temprano en la oficina de Dollar de O’Farrel St, partimos rumbo a Yosemite. La salida de la ciudad con la canción de Scott McKenzie se fondo fue verdaderamente espectacular.
El proceso de recogida del vehículo es bastante simple: primero firmas la documentación, enseñas el carnet de conducir y demás. Luego bajas a un garage y te dan las llaves del coche. Rápido y eficaz, como todo en este país.
El camino se nos hizo un poco pesado, fueron unas 4 horas de coche en las que solo paramos una vez para cambiar de conductor. La carretera no tenía nada que ver, salvo los típicos centros comerciales on the road que tanto gustan a los americanos.
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Las carreteras de acceso al parque son bastante difíciles, tenedlo en cuenta a la hora de planificar vuestras rutas. Típicas carreteras de montaña de dos carriles, para que os hagáis a la idea. Para ir sin prisas y disfrutar del paisaje (todos menos el conductor, claro).
Hicimos nuestra primera parada en Mariposa Grove, el parque de las Sequoias. Aunque había leído que era complicado aparcar allí, lo cierto es que llegamos a las 11 de la mañana y aparcamos a la primera. Recorrimos el parque durante una hora aproximadamente antes de continuar hacia Curry Village. En la entrada del parque dan un folleto con los distintos recorridos del parque.
Paramos en Tunnel view, en Bridalveil Falls y en todos los miradores que nos ibamos encontrando por el camino. Nos entretuvimos tanto que al final no nos dio tiempo a subir a Glacier Point.
Llegamos a Curry Village e hicimos el check in antes de que anocheciera, por los pelos. Consejo: no aparquéis para hacer el check in. Os asignarán una cabaña y el parking correspondiente después de haberlo hecho. Intentad que sea con escalerita, a mi me daban más seguridad frente a los osos (aunque al final no vimos ninguno)
Las tiendas están bastante bien, aunque se pasa frío. Es impresionante como baja la temperatura del parque por la noche, os recomiendo pedir mantas extras aunque sea verano. El camping está en una ubicación increíble, merece mucho la pena dormir allí solo por despertarse en semejante lugar. Los baños estaban limpios dentro de las posibilidades de un camping. Eso sí, no esperéis dormir gran cosa. Muchísimo ruido por todas partes (la gente no respeta nada). Nosotros nos llevamos una nevera de corcho con comida y triunfamos, porque los precios de la comida en el camping son de vértigo (para lo que ofrecen).
Recomiendo buscar el alojamiento en Yosemite con tiempo. Para cuando quise coger yo la habitación, solo quedaban tiendas en Curry Village, todo lo demás estaba agotado. La tienda en Curry Village nos salió por 122 €, era para 4 personas. Te proporcionan sábanas, mantas (pero pedir más) y toallas. Recomendable llevarse una linterna porque a las 22h apagan las luces de todo el camping (la del móvil, si tiene, os servirá)