Si hay algo que valoro a la hora de viajar, es tener una buena guía de viaje. Sé que hay viajeros que prefieren improvisar y dejar que su destino vaya tomando forma a medida que avanzan los días, pero no es algo que vaya conmigo. Al viajar con unos días limitados, prefiero preparar el viaje previamente para poder optimizar nuestra estancia al máximo. Me gusta hacer este trabajo previamente para no tener que perder tiempo en destino buscando que autobús me lleva a determinado sitio o qué lugares tengo que visitar.
Indice
¿Lonely Planet?
Me resulta curioso que la guía de viajes más vendida del mundo lleve en su título la palabra «solitario». Si algo tiene esta guía, es la capacidad de convertir cualquier lugar en un hito turístico. Todo el que viaje con esta guía acabará inevitablemente acudiendo a los mismos lugares que todos aquellos que posean la misma guía. No es algo necesariamente malo, ya que entiendo que los lugares que recomienda son buenos y no decepcionarán, pero si lo que buscas es huir de las masificaciones, no te la aconsejo.
Pros y contras de hacerlo tú mismo
La desventaja es obvia: perderás mucho tiempo buscando contenido para tu guía. Te lo adelanto: vas a tener que leer mucho y pasar horas en Internet buscando información sobre tu destino.
La ventaja es que estas horas de búsqueda de información te ayudarán a conocer mejor el país o los países que visitas. Sabrás cómo moverte y qué esperar, qué evitar y, si has hecho bien el trabajo previo, tendrás un montón de consejos y recomendaciones en primera persona de viajeros que visitaron ese mismo destino antes que tú. Aprendiendo de sus errores y anotando sus aciertos, conseguirás que tu experiencia sea aún mejor.
¿Por dónde empiezo?
Enfrentarse a la elaboración de una guía de viaje desde cero siempre parece una odisea. A fin de cuentas, normalmente viajamos a sitios que no conocemos y eso dificulta enormemente el trabajo. Lo que yo hago es recurrir a los diarios de viajes. No importa dónde quieras ir, siempre habrá alguien que haya estado antes que tú y, lo más importante, esa persona posiblemente habrá escrito en alguna parte sus experiencias. En parte, por eso empecé a escribir los míos, quería devolver a la comunidad viajera toda la ayuda que había recibido desinteresadamente.
Mi web de cabecera es el foro de Los Viajeros. Aquí se puede encontrar prácticamente cualquier cosa sobre el destino que vas a visitar, información de primera mano y útil, actualizada y fiable. La única pega es que hay tanta información que resulta fácil abrumarse con ella.
Es por ello que empecé a recurrir a los blogs de viaje. Hay cientos y recomendar uno no es tarea sencilla, ya que dependerá mucho de tu destino. Es fácil encontrar información sobre Asia o Sudamérica, no tanto sobre África, por ejemplo. Como puedes deducir, los destinos más populares son los más sencillos de encontrar en cientos de blogs diferentes. Mi recomendación: busca a alguien que viaje como tú quieres viajar y lee su experiencia en el destino que quieres visitar. Te servirá para empezar a estructurar tu viaje.
El planning
El paso clave para comenzar cualquier guía es saber qué quieres visitar y cuántos días tienes para hacerlo. Yo siempre empiezo elaborando un planning provisional que cambia como cien veces a lo largo del proceso, pero que me sirve de base para estructurar el viaje.
Mi herramienta de trabajo es Google Docs, me gusta porque me permite tener siempre disponible mi guía online, así puedo ir anotando ideas cuando se me ocurren y no tengo que esperar a llegar a casa y localizar el documento.
Para el planning suelo hacer una tabla con los días de mi viaje, que voy rellenando con ciudades que quiero visitar y, más adelante, con una descripción rápida de lo que quiero hacer ese día. Como ejemplo, el planning de nuestro viaje a India y Nepal.
¿Qué quiero visitar?
El siguiente paso es investigar todo lo que quieres visitar. Todo, ya irás descartando. Lo primero es hacerte una lista , después situarlo en un mapa (yo utilizo MyMaps) y por último hacer un breve resumen de cada lugar: qué hay que ver allí, cuántos días necesito para verlo, cómo de fácil es acceder… Otra cosa que suelo hacer también es echar un vistazo en Booking o cualquier otra web similar a los precios de los alojamientos en la zona. Te servirá a la hora de pensar en cómo distribuir los días.
Algo que suelo hacer en este punto es un pequeño presupuesto en el que voy poniendo una estimación del viaje, incluyendo alojamiento, entradas y otro tipo de gastos como visados o vuelos internos. Es muy útil si quieres ajustar los gastos del viaje, ya que te permite valorar que ciudades te suben el precio final del viaje.
El transporte
La clave del viaje y el punto que más trabajo os va a dar. Lo primero, obviamente, son los vuelos ya que son el pilar fundamental de nuestro viaje. No es lo mismo entrar por un aeropuerto que por otro ni llegar por la mañana que por la noche.
Mis regla de oro al respecto es dormir en la ciudad desde la que sale el vuelo. ¿Por qué? Por experiencia. Hace unos años en Grecia perdí el vuelo de regreso por un incidente durante el trayecto de Santorini a Mykonos, algo que no me hubiera sucedido si hubiera planificado el viaje haciendo noche en Atenas el día anterior al despegue, así que desde entonces procuro no tener que viajar de una ciudad a otra el día que sale mi avión. Puedes perderlo igual, sí, pero tus probabilidades de que un retraso en el tren, un accidente de coche o el mal estado del mar, como fue mi caso, te impidan coger ese avión disminuyen considerablemente.
Otra cosa importante es tener en cuenta el tiempo de desplazamiento de un lugar a otro. No es lo mismo moverse en Europa que en África y eso hay que tenerlo presente. Un trayecto de 600 kilómetros en África se te puede ir fácilmente a 14 horas, y eso si todo sale bien y no se avería tu autobús o cualquier otra cosa. Si vas muy justo de tiempo, puede resultarte interesante contemplar otras formas de transporte, como el avión, aunque esto obviamente subirá el coste total del viaje.
El alojamiento
Toca pensar dónde vamos a dormir. Hay destinos que se pueden improvisar, por ejemplo Cuba es un buen lugar para ello, pero en otros no es tan aconsejable, sobre todo si se viaja en temporada alta. Yo no suelo ser amiga de las improvisaciones, así que mi herramienta clave es Booking. Lo que acostumbro a hacer es reservar hoteles en los sitios en los que voy a quedarme (siempre usando Shoppiday) y después voy cancelando o modificando las fechas de viaje. Tened cuidado con esto y elegid siempre hoteles que admitan cancelación gratuita o, mis preferidos, que no exijan tarjeta de crédito para realizar la reserva.
Es importante tener en cuenta dónde te interesa dormir. Un ejemplo reciente, durante nuestro viaje a Cuba, dormir en el Cayo era muy caro porque sólo existen resorts, así que nos quedamos una noche en Remedios, que es un pueblecito cercano e infinitamente más económico y la otra ya sí que la pasamos en el resort.
También puede ser interesante aprovechar los desplazamientos para dormir. Es algo que hicimos en Rusia, al viajar de Moscú a San Petersburgo pasamos la noche en el tren. Puede ser una gran opción, ya que te permite ahorrar una noche de hotel y el tiempo del traslado.
La guía
Una vez que tienes claro dónde vas, cuánto tiempo, dónde vas a dormir, qué sitios vas a visitar y cómo vas a moverte de uno a otro, el resto es pan comido. Con el planning y el transporte organizados, ya sólo te quedará limar algunos detalles. Mis básicos son los visados, la moneda, el idioma, la comida y la telefonía (para comunicarnos con nuestras familias).
Esto es investigación pura y dura, a base de leer blogs y diarios de viaje, hilos de Los Viajeros y buscar en Internet. Yo soy bastante concienzuda en este aspecto y me gusta llevarlo todo atado: mapas, planos de metro / autobús /tranvía, fotos de la comida más típica, un pequeño diccionario… Otra cosa que me gusta también mirar son los consejos que dan otros viajeros, sobre todo los que previenen sobre posibles timos o lugares a evitar. Creo que es bastante útil aprender de los errores de los demás para no repetirlos.
Una cosa que he añadido recientemente a nuestras guías son las infografías. Me tienen enamorada y considero que son muy útiles para tener una idea rápida de los sitios a los que vamos a ir. Esta es una de las que he preparado para nuestro próximo viaje. Para hacerla he utilizado easy.ly, que es la misma herramienta que utilizo para hacer los presupuestos de viaje.
El diseño
Este es quizás el punto más prescindible, pero también el que dará a tu guía un aspecto más profesional y hará que la lleves con orgullo a tus viajes. Como he dicho, yo suelo tirar de Word, así que para la maquetación utilizo títulos y subtítulos, esencial para crear un índice.
Luego ya utilizo herramientas de diseño para ponerla bonita. Mi preferida es Canva, que es un programa de diseño online muy sencillo de utilizar y con unos resultados brutales. Mirad que portada más chula he hecho para nuestra guía de la India y Nepal con su ayuda.
Una vez terminada la guía solo quedaría imprimirla, descargarla en el móvil junto con los mapas y hacer las maletas :p
Y esto es todo. Un proceso largo y costoso, pero con unos resultados de lo más satisfactorios. Espero que os haya servido de ayuda, cualquier cosa a través del formulario de la web o Instagram.